RESUMEN: La variabilidad de las fechas de la Semana Santa se debe a su conexión con las fases de la Luna. Cada año se celebra la Pascua de Resurrección en el domingo siguiente al primer plenilunio de la primavera. Aquí tenéis la explicación detallada, así como las fechas de la Semana Santa de los próximos años.


Según averiguaciones de los historiadores, parece que Cristo murió en la tarde del viernes 7 de abril del año 30, aunque en el calendario de aquella parte del mundo era el viernes 14 del mes de Nisán (ניסן). Dado que entre los judíos los días empiezan y terminan en el ocaso, al ponerse el sol dio comienzo el día 15 y con él la fiesta primaveral de la Pascua (פסח), cuyas celebraciones duran hasta el 22 de ese mes.

Pero había algo más en aquella puesta de sol. Los meses del calendario hebreo se ajustan a los ciclos lunares y dan comienzo en la luna nueva, así que los días 14 y 15 coinciden aproximadamente con el plenilunio. Por eso cuando imagino la cruz vacía y abandonada en aquel atardecer tremendo, suelo verla recortarse contra la luna llena que, saliendo justo entonces por el horizonte del este, vino a velar de luz las estrellas de la constelación que atravesaba: Akrav (עקרב, ‘el escorpión’). Acumulo detalles para que imaginéis como se merece aquel espectáculo lleno de patetismo.

Mel Gibson-Pasion-Luna llena
El episodio inicial de «La Pasión» de Mel Gibson, con esa lograda luz de luna (casi) llena sobre el Huerto de los Olivos.

Desde entonces, la conmemoración de aquellos días siempre ha estado asociada de algún modo a las fases de la Luna. Los primeros cristianos los celebraban coincidiendo con la Pascua judía, es decir, con la luna llena de Nisán, que puede caer en cualquier día de la semana. Y así se hizo hasta el año 325 d.C., cuando el primer Concilio de Nicea elaboró un calendario litúrgico que tenía como centro precisamente la fiesta de la resurrección de Cristo. Esta Pascua de Resurrección, desligada ya de la Pascua judía, se habría de celebrar siempre en domingo, tal como en la Semana Santa original, y este domingo sería el siguiente al primer plenilunio tras el equinoccio de primavera (o de otoño, en el hemisferio sur).

Para el cálculo se toma como fecha fija del equinoccio el 21 de marzo, a pesar de que este se produce a menudo el día 20. En caso de que el plenilunio caiga en domingo, la Pascua se celebrará el domingo siguiente, quedando el primero como Domingo de Ramos. Así la primera luna llena primaveral sucederá siempre en uno de los días entre el Domingo de Ramos y el Sábado Santo, pero no en Domingo de Resurrección, de modo que nunca puede coincidir con la Pascua judía.

De acuerdo con este sistema, la fecha más temprana posible para el Domingo de Pascua es el 22 de marzo, aunque esto sucede raramente: se dio en 1818 y no volverá a darse hasta 2285. Lo más próximo en el siglo XXI es el 23 de marzo en 2008, y el 25 de marzo en 2035 y 2046. La fecha más tardía posible es el 25 de abril, que se dará en 2038.

Semana Santa 2016

En 2016 el 21 de marzo coincide con la luna ya muy crecida y es llena el miércoles 23, que queda así como Miércoles Santo. Esto provoca una Semana Santa temprana, con el Domingo de Resurrección en el 27 de marzo.

Semana Santa 2017

En 2017 el 21 de marzo encuentra la luna más o menos en cuarto, a tres semanas del plenilunio (el martes 11 de abril, Martes Santo). Esto da lugar a una Semana Santa más bien tardía, con el Domingo de Resurrección en el día 16 de abril.

Semana Santa 2018

En cuanto a 2018, hay un adelanto de 15 días en relación con el 2017. La luna del equinoccio tiene solo cuatro días de edad, por lo que el primer plenilunio cae en el sábado 31, que es Sábado Santo. El Domingo de Resurrección sucede el 1 de abril.

Semana Santa 2019

 

El año 2019 vuelve a tener una Semana Santa tardía, pues hay luna llena el 20 de marzo. Hay, pues, que esperar una ciclo lunar completo hasta el primer plenilunio de la primavera, que sucede el 19 de abril, Viernes Santo. El Domingo de Resurrección es el 21 de abril.

 

Y todo este sistema es exactamente el ideado hace casi 1.700 años para celebrar los sucesos de aquella extraordinaria semana del año 30, que dividió la historia humana en dos mitades. Dos mitades que se encontraron y se abrazaron en el hueco, a la vez consolador e interrogante, de un sepulcro vacío en una mañana de domingo.

Profesor LÍLEMUS